sábado, 25 de febrero de 2012

La plenitud de la señorita Brodie, de Muriel Spark

Jean Brodie es una excéntrica y carismática profesora en una escuela femenina de Edimburgo en los años treinta del siglo XX. Considera que ha llegado a su plenitud, «ese momento en que se realiza aquello para lo que nacimos». Transgresora, manipuladora, puritana, admiradora de Hitler y de Mussolini, vive centrada en la educación de un grupo selecto de alumnas —«mis niñas» las llama— a las que pretende hacer a su imagen y semejanza, a su medida, y convertir en la crème de la crème: «invitaba a su casa a las niñas especiales a tomar el té, les ordenaba que no se lo dijeran a las demás niñas de la clase y les hacía confidencias». Pero sus métodos pedagógicos entrarán en conflicto con las convenciones establecidas, a la vez que irán derivando hacia la manipulación de sus elegidas: «dadme una niña que esté en una edad influenciable —afirma— y será mía de por vida». Por eso dirá Sandy, una de sus preferidas: «Se toma por la Providencia, se cree el Dios de Calvino, capaz de ver el comienzo y el final». Un Dios que impide el libre albedrío, frente al Dios de los católicos, que lo otorga. Comedia amarga, con un excepcional manejo de los saltos en el tiempo, The Prime of Miss Jean Brodie está considerada como la cima de su carrera, la mejor novela de Muriel Spark.

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