miércoles, 30 de diciembre de 2015

Afectividad y sexualidad, de Fernando Sarráis

¿Es necesario conocer y respetar la finalidad natural de la sexualidad humana para ser persona? ¿Es necesaria una adecuada relación entre sexualidad, amor y placer para ser feliz en las relaciones de pareja? ¿Las diferencias psicológicas de la feminidad y masculinidad tienen una finalidad positiva en la vida familiar? El pudor, la modestia y la castidad ¿tienen un sentido positivo en la vida personal y social? ¿Es necesaria una suficiente madurez psicológica, para lograr el verdadero amor que es altruista? A estas y otras preguntas responde el doctor Fernando Sarráis en este estupendo y pequeño libro, tan bueno como los anteriormente publicados: Aprendiendo a vivir. El descanso y Madurez psicológica y felicidad. Resultará muy útil sin duda a padres y educadores.


miércoles, 16 de diciembre de 2015

Corsario, de Tim Severin

1677: Secuestrado de un pueblecito irlandés por corsarios berberiscos, Hector Lynch, de diecisiete años, es vendido como esclavo en una subasta en Argel. De pronto, se encuentra en un mundo desconcertante, donde la vida no vale nada y sólo los más astutos salvan el pellejo. Gracias a su amigo y compañero de cautiverio, Dan, un indio misquito del Caribe, Hector aprende los trucos para sobrevivir en la ciudad de Bagnio y vislumbra una vía de escape al saber que los esclavos extranjeros convertidos al islam tienen la posibilidad de obtener su libertad. Corsario, de Tim Severin, es una novela de aventuras con buena ambientación histórica, conocimiento de la vida en la marina, exactos detalles de la esclavitud y su comercio, y precisión al describir los distintos lugares por los que desfilan los protagonistas. Amena, ágil y buena para pasar un rato de lectura agradable, Corsario (Corsair en el original) es la primera novela de la serie que escribe Tim Severin sobre las aventuras y desventuras del irlandés Hector Lynch.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

De la tierna edad, de Valery Larbaud

«Con el pelo aplastado sobre nuestras cabezas por un gran peine redondo, y nuestras trenzas dobladas y aprisionadas en una redecilla negra, no se imagina usted qué duros parecían nuestros rostros. Y, en efecto, éramos duras las unas con las otras, y malhumoradas. Yo, al menos, era desdichada en esa pensión de provincia»

Enfantines era uno de los libros de Larbaud que permanecía aún inédito en castellano, hasta que Ricardo Cano Gaviria lo tradujo para Igitur. Se trata de un volumen de ocho relatos cuyos personajes son niños, niños que anuncian los adultos que serán, pequeños santos cuya inocencia hace resaltar la crueldad del mundo de los mayores. En su Epílogo, Cano califica a Larbaud de «infantólatra», y lo incluye entre aquellos autores que —como Alain Fournier— «elevaron al niño o al joven a la categoría de sujeto privilegiado del relato». De la tierna edad es, así, un libro melancólico y bello. No en vano había hecho Larbaud en 1908 esta petición: «Dejad que me enternezca un poco con mi infancia».