Los novios, sus
familias y los demás invitados a La boda
de Ángela esperan que comience la ceremonia en la explanada que hay ante la
iglesia en que va a celebrarse el enlace; pero lo que verdaderamente ocupa el
relato a partir de este momento es lo que el narrador cuenta a Tesa, un
personaje ausente que, pese a ello, tiene un papel determinante en la
narración. La historia en sí misma consiste, al cabo, en detalles minúsculos:
los rostros, los gestos, las palabras y su sonoridad, recursos entrevistos, la
naturaleza y las cosas no siempre visibles que circundan los hechos. En esta
maravillada narración, José Jiménez Lozano convierte en un suceso espectacular la asistencia a una ceremonia
nupcial y la rememoración que a partir de ella se hace de la vida anterior de
toda una familia. Una gran novela. Leer a Jiménez Lozano es recuperar el
castellano. El autor, a través de una prosa transparente y una poesía
cristalina, descubre el resplandor y riqueza de la realidad que nombra. Ha sido
galardonado con los premios más prestigiosos de la lengua española: Premio
Cervantes en 2002, Premio Nacional de las Letras en 1992, Premio Nacional de la Crítica en 1989, Premio
Castilla y León en 1988. Fue director de El Norte de Castilla y es columnista de los principales
periódicos españoles.
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