Todos los años, durante
más de veinte, cuando se aproximaba la Navidad ,
los hijos de J. R. R. Tolkien
recibían un sobre con un sello del Polo Norte. Dentro había una carta escrita
con una extraña letra temblorosa y un dibujo de vivos colores o algunos
bocetos. El remitente era Papá Noel.
Las cartas aparecían misteriosamente, a menudo espolvoreadas con nieve fresca,
en la chimenea, y algunas veces las traía el cartero. Hablaban de sucesos del Polo Norte, divertidos o
alarmantes, acompañados siempre por maravillosos
dibujos: cómo se soltaron todos los renos
de los trineos y desperdigaron los regalos; cómo el Oso Polar escaló el Polo Norte y se cayó por el tejado de la
casa de Papá Noel para aterrizar en el comedor; cómo rompió la Luna
en cuatro partes e hizo que el hombre que vive en ella cayera en el jardín;
y ¡cómo se declaró la guerra a una horda
de trasgos que vivían en unas cuevas debajo de la casa! Un buen regalo para niños en estas próximas
fiestas de Navidad.
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