En pleno
mes de agosto, mientras el inspector Brunetti
viaja en tren para pasar dos semanas de vacaciones suena su teléfono móvil. La
comisaria Claudia Griffoni le informa de que ha tenido lugar un asesinato en la ciudad. El muerto es
Araldo Fontana, un ujier del Tribunal de Justicia al que se estaba investigando
por su participación en una sutil trama de corrupción dentro de la intrincada
maquinaria judicial de Venecia. Sin
llegar a su destino, Brunetti deja a
Paola, su esposa y a Chiara y Raffi, sus dos hijos en el tren y regresa a Venecia. El caso se une
a una investigación en curso: un turbio negocio de manipulación, plagado de
falsos videntes, consultores astrales y tarotistas. Brunetti se tendrá que valer de su intuición para navegar por un
mundo de sugestión y descarado engaño, así como para enfrentarse a un caso de sangre y sobornos. Donna Leon no defrauda. Leí Piedras ensangrentadas y me gustó. A ti
te pasará igual. Si lees un caso del inspector Brunetti, querrás leer todos.
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