lunes, 14 de julio de 2025

Cómo conseguir que los chicos lean, por Aceprensa

Mary Beth McCauley recoge las ideas de varios profesores y pedagogos en «Christian Science Monitor» (24 mayo 2005) sobre la manera de lograr que los chicos se aficionen a la lectura. Todos ellos coinciden en que hay que tener más en cuenta los gustos de los chicos y su manera específica de aprender, que no es como la de las chicas.

Conseguir que los chicos lean es un ejercicio que fatiga a muchos educadores. Los chicos no solo son peores que las chicas en lectura sino que se niegan por sistema a leer. Algunos profesores afirman que el problema está en que ahora tienen otras distracciones, como los videojuegos, y que los chicos asocian la lectura con sus madres, profesoras, bibliotecarias, es decir, con modelos femeninos.

Pero ahora se está extendiendo la idea de que quizás no sea un problema de los chicos, sino de la manera en que se enseña a leer y de las lecturas que se eligen. La hipótesis ha llevado a algunos profesores a buscar las lecturas que gustan más a los chicos y la manera de presentárselas.

Linda Milliken, especialista en lectura de la Chester County Intermediate Unit (Philadelphia), dice que «los chicos tienen un estilo de aprendizaje más práctico; les gustan los temas relacionados con la naturaleza -insectos, dinosaurios, cómo funcionan las cosas- y se identifican con los personajes que tienen su vida bajo control». En cambio, no les gustan las historias centradas en asuntos como el divorcio, abusos, familias monoparentales, adicciones, etc., que son el tipo de lectura que muchos profesores recomiendan ahora.

A las chicas les gustan las historias centradas en las relaciones humanas mientras que los chicos prefieren las de aventuras, ciencia ficción, guerras, historia y, por supuesto, deporte. Estas preferencias se aprecian desde edades muy tempranas (ver Aceprensa 32/05).

Christopher Wadsworth, director de la International Boys Schools Coalition, recomienda la no ficción para que los chicos empiecen a leer: «las biografías de personas con historias excitantes, que han vivido aventuras con algún punto de desafío, pueden ser un buen comienzo».

Pero no es solo un problema de elección de libros: las clases deberían ser más interactivas. Según Ray Johnson, que ha trabajado como profesor y director de varios colegios públicos de Detroit, los chicos tienden de manera natural a la acción y los profesores necesitan encontrar la forma de integrar esa energía en el proceso de lectura. Preguntas y respuestas sobre el texto, descansos entre capítulos, etc. despiertan el interés de los lectores tempranos.

Algunos profesores responden a las consultas de los padres que cualquier tipo de lectura es buena. Robert Peck, profesor de inglés desde 1973 en un colegio de Philadelphia, matiza, sin embargo, que los chicos de ahora no pueden enfrentarse a muchos de los libros que sus padres leyeron a esa edad. «El estudiante de hoy es algo menos sofisticado», dice.

Los títulos que tienen éxito en los cursos 9º y 10º (3º y 4º ESO en España) son los que tienen paralelismo con la esfera personal del lector, como «El guardián entre el centeno» (ver Aceprensa 115/01), «Una paz solo nuestra» (ver Aceprensa 55/05) o «Muerte de un viajante», de Arthur Miller.

 

lunes, 7 de julio de 2025

Un barco cargado de arroz, de Alicia Giménez Bartlett

«Garzón no comprendía por qué aquel cadáver me impresionaba especialmente; tampoco lograba hacerse una idea de cuál era la índole de mi emoción. Según él, a aquellas alturas, ya habíamos visto más muertos que Napoleón y Nelson juntos (…) Un simple mendigo tumbado en un banco, ése era todo el hallazgo. Casi parecía que el hombre estuviera dormido y aquella mañana no hubiera podido despertar. Pero no era así, lo habían apaleado hasta matarlo».

El cadáver de un mendigo aparece una mañana en el banco de un parque. En apariencia, es uno más de los crímenes cometidos por las bandas de cabezas rapadas. Pero ni Petra Delicado ni su ayudante Fermín Garzón se conforman con esta versión de los hechos, y empiezan a tirar de los hilos de una sorprendente trama con implicaciones imprevisibles. Un caso más de la Inspectora Petra Delicado y su ayudante Garzón, en el que queda patente su desarreglada vida sentimental y con pocas páginas en las que no aparezca el lenguaje vulgar de los protagonistas. Primer libro que leo de esta autora. Una novela sin más.

lunes, 30 de junio de 2025

Seis beneficios de la lectura, por Marta Peñalver

La lectura es una de las actividades de ocio más sencillas y que más beneficios reporta, entre ellos: previene la demencia, estimula el cerebro y reduce el estrés. En este vídeo, la redactora de la Revista Misión, Marta Peñalver nos habla de seis beneficios de leer que quizás no conocías.



lunes, 23 de junio de 2025

Los olvidados, de Chris Lloyd

«El 14 de junio de 1940 sucedieron dos cosas. Cuatro hombres que nadie conocía murieron en una playa de maniobras ferroviarias, y un quinto saltó desde un balcón».

«La guerra nos convierte en desconocidos. Y de eso, nunca nos recuperamos.» París, viernes 14 de junio de 1940. El Gobierno francés ha declarado la capital francesa ciudad abierta. Los nazis dan comienzo a la ocupación. El detective Eddie Giral, superviviente de la Gran Guerra, recibe la noticia de un macabro hallazgo: cuatro refugiados han aparecido muertos en un vagón de tren. Son los olvidados, hombres a los que nadie llora y de los que no se habla. Para descubrir quién es el responsable de estos terribles asesinatos, el detective Giral tendrá que sumergirse en las altas esferas nazis y la Resistencia. Al mismo tiempo ha de luchar contra las secuelas que le dejó la guerra, que cambiaron su vida para siempre. Otra buena novela, primera de la serie del detective Eddie Giral, para leer en vacaciones.

lunes, 9 de junio de 2025

Casi, de Jorge Bustos

«No existen los sintecho. Existe cada persona privada de hogar que un día podríamos ser nosotros. Este libro recoge las historias de algunas de esas personas. Residen aún en un lugar llamado Casi, que se levanta a un kilómetro exacto de mi piso, amparando toda la miseria de este mundo, escondiéndose de la mirada de sus vecinos. Pero ya no de la mía.».

No lejos del Palacio Real de Madrid se levanta el CASI, Centro de Acogida San Isidro,  el más antiguo y grande de España. Turistas y vecinos conviven allí con el colectivo más vulnerable, caótico y olvidado de nuestra sociedad: el de las personas sin hogar. Aquellos a los que no les queda nada salvo un último propósito de supervivencia. Su número sigue creciendo, silenciosamente, en el seno de nuestras ciudades.

Bustos nunca pensó escribir un libro como este. Pero al poco de mudarse –sin saberlo– al barrio de los sintecho intuyó en ellos un mensaje de dignidad herida que nos interpela a todos, más allá de la empatía momentánea o de la agenda política. Y este es el resultado: Un libro, en palabras de Gregorio Luri, pleno de “cultura amplia y asentada, curiosidad, estilo, picardía, sagacidad, intuición, ironía…”.



lunes, 26 de mayo de 2025

El Papa de la alegría, de Juan Vicente Boo

«Al poco tiempo de la elección de Francisco, muchas personas comenzaron a sonreír más. (…) Como periodista en el Vaticano, sigo cada día todas las intervenciones de Francisco, tanto en Roma como en los viajes. (…) aquella sonrisa del nuevo papa, que enseguida cautivó al mundo, me intrigaba porque sabía que no era “suya”. Le conocía desde 2001. Era un hombre muy valioso, pero demasiado serio, casi apesadumbrado. Empecé a investigar estos llamativos cambios y descubrí que la alegría era una de sus grandes propuestas para quien fuese elegido sucesor de Benedicto XVI. El 7 de marzo de 2013, en un breve discurso a todos los cardenales, les dijo que la Iglesia necesitaba un papa que ayudase a redescubrir “la dulce y confortadora alegría de evangelizar”. Estaba levantando la bandera de la alegría. Era un programa. Ese discurso cambió la historia. Seis días después lo elegían a él».

Juan Vicente Boo, veterano vaticanista, desde su llegada a Roma en 1998 ha sido testigo cotidiano de los últimos siete años de Juan Pablo II, el pontificado de Benedicto XVI y el del Papa Francisco. En esta obra nos ofrece un retrato único y diferente de Francisco que sorprenderá a muchos.

lunes, 12 de mayo de 2025

Muerte de un viajante, de Arthur Miller

«LINDA (al oír a Willy en el exterior del dormitorio, le llama, algo turbada): ¡Willy!

WILLY: Aquí estoy. He vuelto.

LINDA: ¿Por qué? ¿Qué ha ocurrido? (Breve pausa). ¿Ha ocurrido algo, Willy?

WILLY: No, nada.

LINDA: No habrás tenido un accidente, ¿verdad?

WILLY (con afectada irritación): Te he dicho que no ha ocurrido nada. ¿Es que no me has oído?

LINDA: ¿No te encuentras bien?

WILLY: Estoy muerto de cansancio. (La música de flauta ha cesado. Willy se sienta en la cama, al lado de su mujer, un tanto aturdido). No he podido aguantar, Linda. No he podido aguantar más».

Willy Loman ha trabajado como viajante de comercio durante toda su vida para conseguir lo que cualquier hombre desea: comprar una casa, educar a sus hijos, darle una vida digna a su mujer. Tiene sesenta años, y está extenuado; pide un aumento de sueldo, pero se lo niegan y acaba siendo despedido «por su propio bien», pues ya no rinde en su trabajo como antes. ¿Dónde está el error?, ¿en él o en los demás? «La tragedia de Willy Loman está en que dio su vida, o la vendió, para justificar que la había desperdiciado», escribió Arthur Miller, quien, a propósito de la triste vigencia de esta obra, dijo en cierta ocasión: «El que siga habiendo tantos Willy en el mundo se debe a que el hombre se supedita a las imperiosas necesidades de la sociedad o de la tecnología aniquilándose como individuo». Ha sido llevada al cine en dos ocasiones: En 1951, por Laslo Benedek; y en 1985, por Volker Schlöndorff, con Dustin Hoffmann, Kate Reid, John Malkovich y Stephen Lang como protagonistas principales.