La lectura es una de las actividades de ocio más sencillas y que más beneficios reporta, entre ellos: previene la demencia, estimula el cerebro y reduce el estrés. En este vídeo, la redactora de la Revista Misión, Marta Peñalver nos habla de seis beneficios de leer que quizás no conocías.
¿Y ahora qué leo?
Si te gusta leer, este es tu blog. Leer para aprender. Leer para descansar. Leer para recomendar. Libros para ti, libros para tus hijos, libros para tus padres. Libros para todas las edades. Libros para jóvenes y libros para adultos. Lo mejor de ahora y de siempre. No son recomendaciones de un experto, sino de un aficionado a la lectura que recomienda libros a sus amigos. Espero que te gusten.
lunes, 30 de junio de 2025
lunes, 23 de junio de 2025
Los olvidados, de Chris Lloyd
«La guerra nos convierte en desconocidos. Y de eso, nunca nos recuperamos.» París, viernes 14 de junio de 1940. El Gobierno francés ha declarado la capital francesa ciudad abierta. Los nazis dan comienzo a la ocupación. El detective Eddie Giral, superviviente de la Gran Guerra, recibe la noticia de un macabro hallazgo: cuatro refugiados han aparecido muertos en un vagón de tren. Son los olvidados, hombres a los que nadie llora y de los que no se habla. Para descubrir quién es el responsable de estos terribles asesinatos, el detective Giral tendrá que sumergirse en las altas esferas nazis y la Resistencia. Al mismo tiempo ha de luchar contra las secuelas que le dejó la guerra, que cambiaron su vida para siempre. Otra buena novela, primera de la serie del detective Eddie Giral, para leer en vacaciones.
lunes, 9 de junio de 2025
Casi, de Jorge Bustos
No
lejos del Palacio Real de Madrid se levanta el CASI, Centro de Acogida San Isidro, el más antiguo y
grande de España. Turistas y vecinos conviven allí con el colectivo más
vulnerable, caótico y olvidado de nuestra sociedad: el de las personas sin
hogar. Aquellos a los que no les queda nada salvo un último propósito de
supervivencia. Su número sigue creciendo, silenciosamente, en el seno de
nuestras ciudades.
Bustos nunca pensó escribir un libro como este. Pero al poco de mudarse –sin saberlo– al barrio de los sintecho intuyó en ellos un mensaje de dignidad herida que nos interpela a todos, más allá de la empatía momentánea o de la agenda política. Y este es el resultado: Un libro, en palabras de Gregorio Luri, pleno de “cultura amplia y asentada, curiosidad, estilo, picardía, sagacidad, intuición, ironía…”.
lunes, 26 de mayo de 2025
El Papa de la alegría, de Juan Vicente Boo
Juan
Vicente Boo, veterano vaticanista, desde su llegada a Roma en 1998 ha sido testigo
cotidiano de los últimos siete años de Juan Pablo II, el pontificado de
Benedicto XVI y el del Papa Francisco. En esta obra nos ofrece un retrato único
y diferente de Francisco que sorprenderá a muchos.
lunes, 12 de mayo de 2025
Muerte de un viajante, de Arthur Miller
«LINDA (al oír a Willy en el exterior del dormitorio, le llama, algo turbada): ¡Willy!
WILLY: Aquí estoy. He vuelto.
LINDA: ¿Por qué? ¿Qué
ha ocurrido? (Breve pausa). ¿Ha ocurrido algo, Willy?
WILLY: No, nada.
LINDA: No habrás
tenido un accidente, ¿verdad?
WILLY (con afectada
irritación): Te he dicho que no ha ocurrido nada. ¿Es que no me has oído?
LINDA: ¿No te
encuentras bien?
WILLY: Estoy muerto
de cansancio. (La música de flauta ha cesado. Willy se sienta en la cama, al
lado de su mujer, un tanto aturdido). No he podido aguantar, Linda. No he
podido aguantar más».
Willy Loman ha trabajado como viajante de comercio durante toda su vida para conseguir lo que cualquier hombre desea: comprar una casa, educar a sus hijos, darle una vida digna a su mujer. Tiene sesenta años, y está extenuado; pide un aumento de sueldo, pero se lo niegan y acaba siendo despedido «por su propio bien», pues ya no rinde en su trabajo como antes. ¿Dónde está el error?, ¿en él o en los demás? «La tragedia de Willy Loman está en que dio su vida, o la vendió, para justificar que la había desperdiciado», escribió Arthur Miller, quien, a propósito de la triste vigencia de esta obra, dijo en cierta ocasión: «El que siga habiendo tantos Willy en el mundo se debe a que el hombre se supedita a las imperiosas necesidades de la sociedad o de la tecnología aniquilándose como individuo». Ha sido llevada al cine en dos ocasiones: En 1951, por Laslo Benedek; y en 1985, por Volker Schlöndorff, con Dustin Hoffmann, Kate Reid, John Malkovich y Stephen Lang como protagonistas principales.
lunes, 28 de abril de 2025
Esperanza. La autobiografía, del Papa Francisco
«El libro de mi vida es el relato de un camino de esperanza que no puedo imaginar separado del de mi familia, de mi gente, de todo el pueblo de Dios. (…) la esperanza es sobre todo la virtud del movimiento y el motor del cambio: es la tensión que une memoria y utopía para construir como es debido los sueños que nos aguardan. Y, si un sueño se debilita, hay que volver a soñarlo otra vez, en nuevas formas, recurriendo con esperanza a las ascuas de la memoria».
Testimonio
íntimo y personal del Papa Francisco, en el que comparte su vida desde sus
primeros años. A través de este relato, el Papa ofrece una visión sincera de su
infancia, su familia, sus estudios, y su vocación religiosa, así como sus años
de formación sacerdotal, su experiencia como obispo en Argentina y de sus años
de Sumo Pontífice. Escrito en tono cercano y accesible, refleja la personalidad
humilde y afable del Papa. Francisco aborda los momentos cruciales de su vida
con una profunda reflexión espiritual, y ofrece una visión de su fe y de su
relación con Dios que ha guiado su vocación y su servicio a la Iglesia. A
través de esta autobiografía, el Papa Francisco no solo ofrece un relato de su
vida, sino también un mensaje de esperanza, invitando a todos a vivir con más
fe, solidaridad y amor hacia los demás. Una lectura inspiradora. Un texto
accesible para cualquier lector.
lunes, 14 de abril de 2025
El hombre que murió dos veces, de Enrique Monasterio
Cuando
pasen los siglos, nadie hablará de mí como discípulo de Jesús de Nazaret. Dirán
solamente que fui su amigo. Me llamo Lázaro, tengo veintisiete años y acabo de
volver. Cristo me ordenó que regresara del Sheol y en un segundo quedé libre de
las ataduras de la muerte.
No
voy a hablar ahora de ese milagro, que yo mismo no sabría explicar. Prefiero
escribir solo unas líneas sobre mi amistad con Jesús. Pertenezco a una familia
rica e influyente. Mis padres nos dejaron como herencia una gran hacienda en
Betania, a las afueras de Jerusalén, y aquí vivimos, aún sin familia propia,
mis dos hermanas y yo, que soy el más joven.
Al
evocar ahora mi vida me recuerdo siempre enfermo, con fiebres intermitentes que
me dejaban postrado durante días e incluso meses. Marta y María me han cuidado
como a un hijo pequeño. Nunca he sido el hombre fuerte de la casa. La mayoría
de los médicos decían que moriría pronto, y, ya veis, no se equivocaron del
todo.
Cuando
Jesús vino por primera vez a Betania, Marta lo recibió con todos los honores.
Aún no lo conocíamos más que por el testimonio de algunos campesinos. Tal vez
por eso Marta parecía tan nerviosa preparando lo necesario para él y sus
acompañantes. Al parecer mi hermana mayor se enfadó un poco con María cuando
vio que la pequeña se había quedado embobada a los pies del Señor, pero Jesús
arregló el problema pidiendo que se sentaran las dos juntas para escucharle.
Aquello era más importante.
Yo
estaba en una habitación contigua, tumbado sobre un lecho especialmente
construido para mí. Jesús vino a verme, me impuso las manos y me hizo una
extraña pregunta:
–¿Quieres
curarte?
–Llevo
así muchos años –le respondí–. Sé que voy a morir.
–Esta
enfermedad no es de muerte, sino de vida –me dijo entonces–. Aún la sufrirás
algún tiempo, pero un día sanarás definitivamente.
Al
atardecer, como me encontraba mejor, salimos a pasear entre los olivos y Jesús
me habló de su muerte que tendría lugar en Jerusalén.
–Para
entonces –me dijo– tú habrás recuperado del todo la salud, pero esa curación
acelerará mi partida de este mundo.
Yo,
que no entendía casi nada, le dejé hablar y desahogar su tristeza. Me habló de
su Madre, María:
–Aún
debe padecer mucho antes de recuperarme del todo.
De
José, ya fallecido en Nazaret, que le enseñó el oficio de artesano.
–Fue
siempre mi padre y señor, y lo seguirá siendo cuando nos volvamos a encontrar
en la morada definitiva.
Era
ya noche cerrada cuando me atreví a hacerle una pregunta:
–¿Por
qué me cuentas todo esto?
Se
le habían llenado los ojos de lágrimas mirando las luces de Jerusalén.
–El
Hijo del hombre también necesita un amigo y un confidente en la tierra.
Hoy
sé que Jesús está a punto de padecer en Jerusalén. Mi hermana, María, también
lo sabe y ha preparado un perfume de nardo para derramarlo a sus pies cuando
venga esta tarde a almorzar en mi casa. Tendremos muchos invitados; la mayoría
solo quieren ver si es cierto que Lázaro está vivo, que he recuperado el color
y la fuerza que nunca tuve.
Desde
que soy amigo del Señor, y sobre todo desde que salí del sepulcro, ya no
necesito estar a su lado para conversar con él. Me habla siempre y yo le
escucho. Por eso, mi alma, como la de Jesús, ahora está triste hasta la muerte.
Deseo morir por segunda vez para acompañar a mi amigo hasta la casa del Padre.