¿Qué pueden hacer unos niños naufragados en una
isla? ¿Dejarse llevar por el salvajismo y matarse unos a otros, como en la
novela El Señor de las Moscas, de William Golding? ¿Son los
niños, los adolescentes, unos bárbaros llevados por impulsos, sólo contenidos
por una capa fina de civilizacion?William Golding publicó su novela en 1951 y vendió
muchos millones de ejemplares. Él era alcohólico, con tendencia a la
depresión y violento con sus hijos. "Siempre entendí a los nazis, porque
soy, por naturaleza, de ese tipo", confesó en cierta ocasión. "En
parte, por ese autoconocimiento", admite, escribió El Señor de las Moscas. En esa
historia, unos niños de
colegio británico naufragados en una isla se dedican a hacer cada uno
lo que prefiere, buscan lo
fácil y la gratificación inmediata y terminan recurriendo a la violencia contra
los más pequeños, matando a tres de ellos. ¿Es así el hombre? ¿Ha habido algún
caso real similar de niños perdidos en una isla desierta? Pues sí. Ocurrió en 1966.
Protagonistas: un grupo de adolescentes de una escuela católica de Tonga, de 13
a 16 años. en Religión en Libertad puedes leer la historia completa…
Si te gusta leer, este es tu blog. Leer para aprender. Leer para descansar. Leer para recomendar. Libros para ti, libros para tus hijos, libros para tus padres. Libros para todas las edades. Libros para jóvenes y libros para adultos. Lo mejor de ahora y de siempre. No son recomendaciones de un experto, sino de un aficionado a la lectura que recomienda libros a sus amigos. Espero que te gusten.
lunes, 27 de julio de 2020
lunes, 13 de julio de 2020
La voz del árbol, de Mercedes Salisachs
“… la palabra «traidores» no le era desconocida. Más de
una vez su madre le había hablado de un tal Judas que, por ganarse unas monedas
de plata, había traicionado a Dios. Y que luego, arrepentido por lo que había
hecho, se colgó de un árbol. «Pero aquel
árbol no era como el otro. Métetelo en la cabeza, Lucía. Aquel árbol tenía
ramas y hojas y un tronco vital. En cambio el árbol bueno era seco y tenía la
madera dura.»
Lucía es testigo de la muerte tremenda de sus padres, durante la guerra civil española,
cuando solo tiene unos pocos años. A partir de ese momento, sin nadie en la
vida que la proteja, irá cayendo en manos de diversas personas. Unas se
aprovecharán de ella. Otras, la ayudarán a sobrevivir. A lo largo de siete
décadas, Lucía crece en relación con personas muy diversas, encontrándose con
el egoísmo, la inmoralidad y la injusticia en todas sus versiones. De esta novela, la propia Mercedes Salisachs dirá: "He intentado hacer un libro que no se te caiga de las manos, que sea ameno y al mismo tiempo tenga profundidad intelectual". Es de lo mejor que he leído en los últimos meses.
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