miércoles, 24 de abril de 2019

Cosas que nadie sabe, de Alessandro D'Avenia


“Cumple catorce años y está sentada a proa. Los ojos verdes, risueños y melancólicos, están imantados por el horizonte: una línea tan clara que tiene que dar miedo. El mundo es una caracola. Le hace eco a la luz, da toda la que recibe, hasta en forma de sombras. Y la luz es la única orden del alba. Una orden severa, porque cuando sale la luz también nos salen las lágrimas.”
La vida de Margherita está en un momento crucial: su padre ha abandonado el hogar, acaba de empezar el instituto y, en plena adolescencia, vive sumida en una profunda tristeza. La amistad con Marta y el entusiasmo por su nuevo profesor de lengua, lograrán despertar en Margherita nuevas pasiones y sueños. Pero será su amor por Giulio, su primer y gran amor, lo que hará reaccionar a Marguerita y la empujará a la búsqueda de su padre. Cosas que nadie sabe, Cose che nessuno sa en el original, una historia sugerente y sensible que invita a vivir la intensidad del amor verdadero y la belleza de los sueños más puros. Al igual que Blanca como la nieve, roja como la sangre, esta segunda novela de D’Avenia arrasa entre los adolescentes (ellos y ellas) y engancha también a sus padres.

miércoles, 17 de abril de 2019

Tres meses, de Tomás Trigo


“Cuando una persona muere, deja de existir y se acabó. Después no hay nada: ni cielo ni infierno ni ángeles ni Dios ni nada. ¿Te queda claro?”
Esas palabras de su madre, cuando tenía poco más de siete años, poco antes de que ella y su padre se divorciaran, se le quedaron grabadas a fuego en la memoria. Ahora Miguel tiene 22 años. Acaba de terminar la carrera de Derecho en Santiago de Compostela. Descreído, inteligente y triunfador, cree tener el mundo a sus pies. Es principios de enero y pasa unos días con sus abuelos, en el pazo donde nació, en Cambados (Pontevedra). Quedan pocos días para reanudar las clases. Una tarde, mientras merienda con sus abuelos, siente una punzada en el abdomen, como una cuchillada, que le hace caer de la silla. No le da importancia. Pero su abuelo, médico de profesión, sí. Al día siguiente le atienden en el Hospital de Santiago. Diagnóstico: Cáncer de páncreas. Tres meses de vida. Tres meses en los que Miguel se plantea, por primera vez, el sentido de su existencia.

miércoles, 3 de abril de 2019

El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio


Anteayer por la mañana, lunes 1 de abril de 2019, nos levantamos con la noticia del fallecimiento de Rafael Sánchez Ferlosio. Eso me trajo a la memoria su novela El Jarama, que pude leer allá por 1989 y de la que no guardo prácticamente ningún recuerdo. Quizá la impresión de que se me hizo un poco larga y de que parecía que no pasaba nada. Según los entendidos, El Jarama inauguraba una nueva época de la narrativa española incorporando a una historia de apariencia realista una técnica absolutamente realista. Once amigos madrileños deciden pasar un caluroso domingo de agosto a orillas del Jarama. A partir de ahí la acción se desarrolla simultáneamente en la taberna de Mauricio —donde los habituales parroquianos beben, discuten y juegan a las cartas— y en una arboleda a orillas del río en la que se instalan los excursionistas. Durante dieciséis horas se suceden los baños, los escozores provocados por el sol, las paellas, los primeros escarceos amorosos y el inevitable paso del tiempo, que amenaza con la llegada del lunes. Al acabar el día, sin embargo, un acontecimiento inesperado colma la jornada de honda poesía y dota a la novela de una extraña grandeza. Para muchos «la mejor novela escrita en España en el siglo XX».