lunes, 26 de julio de 2021

La comedia humana, de William Saroyan

 «…nunca he creído en las guerras, y sé que son estúpidas, incluso cuando son necesarias (…). No cuento a ningún ser humano entre mis enemigos, ya que ningún ser humano puede ser enemigo mío. Sea quien sea, es mi amigo.»

Homer Macauley trabaja como mensajero para una compañía de telégrafos y se convierte en testigo de la vida cotidiana de los habitantes de Ithaca, una pequeña población del valle de San Joaquin, en California, que ve como muchos de sus soldados, en plena Segunda Guerra Mundial, no regresan del frente. Cada telegrama que entrega es el nuevo anuncio de una nueva víctima, una ventana que se cierra en el entorno familiar del desaparecido y, a la vez, un paso más en su conocimiento del mundo y del comportamiento humano. La comedia humana es la más célebre de las novelas de Saroyan, una novela amable, y, al mismo tiempo, un espléndido e inolvidable alegato contra lo absurdo de todas las guerras. En 1943 convirtió en una amable película nominada a los Oscar, con personajes amenos y entrañables y Mickey Rooney como protagonista principal.





lunes, 12 de julio de 2021

La promesa, de Friedrich Dürrenmatt

«Atravesaron hierba mojada, porque el camino del bosque se había convertido en un solo charco fangoso, y poco después rodeaban el pequeño cadáver que encontraron en la hojarasca, entre matorrales, no lejos del límite del bosque. Los hombres callaron (...) Henzi no se atrevía a mirar. Matthäi dijo: - Un policía no desvía la mirada, Henzi».

Gritli Moser aparece asesinada en el bosque. Era sólo una niña con un vestido rojo. Sus padres la habían enviado a visitar a su abuela. El comisario Matthai promete encontrar al asesino, sin pensar que con esa promesa está condicionando su entera existencia. Acerca del asesinato de la niña circulan las hipótesis más previsibles, a través de las cuales el autor introduce elementos sorprendentes e inesperados. En esta espléndida novela Friedrich Dürrenmatt analiza los fundamentos del género policíaco rechazando su estructura clásica. En 1958 fue llevada al cine por Ladislao Vajda, quien, con el título de El Cebo, la convirtió en un thriller adecuado para jóvenes y de notable calidad.