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lunes, 5 de septiembre de 2022

Un relato policíaco, de Imre Kertész

«—Claro, claro —dije—. Pero… No sé cómo explicarlo… Me refiero a que, de hecho, creía que aquí estábamos al servicio de la ley.
—Del poder, muchacho —me corrigió Díaz. Empezaba a dolerme la cabeza. Curiosamente, lo provocaba Díaz, no Rodríguez.
—Pensaba que las dos cosas eran lo mismo —contesté.
—Pues sí —admitió Díaz—. Pero no conviene olvidar el orden de prioridad.
—¿Qué orden de prioridad? —le pregunté.
Primero el poder y luego la ley —respondió Díaz en voz baja, con su inconfundible sonrisa.»

Un miembro de la policía secreta de un país latinoamericano sin precisar relata, poco antes de ser ejecutado, su experiencia en el Cuerpo. Vuelven a surgir de este modo las preguntas que Imre Kertész siempre nos formula: ¿Cómo se implica el ser humano en la maquinaria de una dictadura? ¿Cómo llega a participar en ella? En este caso, Kertész lo narra desde la perspectiva no de la víctima, sino del verdugo. Con extrema economía, con frialdad, explica la caída de un hombre en la indiferencia moral y en el empobrecimiento definitivo del alma y da así con una de las claves para entender nuestra época.



sábado, 5 de marzo de 2011

Sin destino, de Imre Kertész

«Hoy no he ido a la escuela». Así empieza esta historia, como presagiando la tragedia que va a tener lugar. Gyórgy es un adolescente de quince años, que como con naturalidad, como algo casi asumido y lo más normal del mundo va a vivir en carne propia el terror del Holocausto. De padres judíos, un día cualquiera se entera de que sus padres han vendido el negocio. Al siguiente le explican que ha de ponerse una estrella amarilla. Pocos días después su padre se marcha, asignado a trabajos obligatorios. Y un día le toca el turno a él. Todo empezó cuando, con otros muchachos de su edad, fue llamado para trabajar en una fábrica. Empieza con ilusión, porque supone «ser mayor» y porque está rodeado de sus amigos de toda la vida. Hasta que un día cualquiera, de camino al trabajo, los hacen bajar del autobús… Y empieza un viaje, un viaje inevitable, un viaje (Sorstalanság) sin destino… Imre Kertész, que vivió en carne propia la experiencia de pasar año y medio en diversos campos de concentración nazis toma sus recuerdos y los convierte en una de las mejores novelas del siglo XX. En el año 2002 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.