sábado, 26 de marzo de 2011

Hood, de Stephen R. Lawhead


Espectacular novela de aventuras que recuerda a los clásicos de nuestra infancia. Lawhead revisa la leyenda de Robin Hood y construye algo totalmente nuevo: toma personajes ya existentes, los sitúa en otro marco y crea una ficción histórica donde la fantasía juega un papel fundamental. Así, en Hood, Robin es Bran ap Brychan, príncipe de Elfael. Little John es Iwan, el campeón del rey. Fray Tuck, el orondo y peculiar fraile, ahora llamado Aethelfrith. La dama Marian es Mérian, hija de un rey vecino. La trama discurre por los obligados cambios que debe sufrir Bran para convertirse en el héroe proscrito que está destinado a encarnar. Su padre ha sido asesinado junto con la mayor parte de su hueste. En su alocada huida Bran es mortalmente herido, pero desaparece al internarse en el bosque de Coed Cadwr. Allí es encontrado y cuidado por Angharad, una vieja hechicera, que lo sana al tiempo que lo instruye en las antiguas leyendas del Rey Cuervo, al que está inexorablemente unido. Lawhead describe con precisión el marco histórico de la Inglaterra de antes del 1100, cuando Gales se resistía a la conquista normanda. Sitúa a los personajes en ese punto, y a partir de ahí, crea una nueva ficción añadiendo pinceladas de fantasía y de mitos. La verdad es que merece la pena leer esta novela. Una gran lectura para descansar después de una larga jornada de trabajo.

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