lunes, 21 de febrero de 2022

Un poema: Fuerza de lágrimas, de Lope de Vega

Con ánimo de hablarle en confianza

de su piedad entré en el templo un día,

donde Cristo en la cruz resplandecía

con el perdón de quien le mira alcanza.


 Y aunque la fe, el amor y la esperanza

a la lengua pusieron osadía,

acordéme que fue por culpa mía

y quisiera de mí tomar venganza.


Ya me volvía sin decirle nada

y como vi la llaga del costado,

paróse el alma en lágrimas bañada.


Hablé, lloré y entré por aquel lado,

porque no tiene Dios puerta cerrada

al corazón contrito y humillado.

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