lunes, 23 de diciembre de 2024

Traición en Lancaster Gate, de Anne Perry

«Pitt estaba en medio de la calle, contemplando las ruinas abrasadas de la casa. La brigada contra incendios había regado a conciencia las llamas surgidas aquí y allí con sus mangueras, y el agua se encharcaba en el suelo y se acumulaba en los cráteres que había dejado la bomba al estallar cuarenta y cinco minutos antes. Era mediodía, pero el cielo todavía estaba nublado a causa del humo, cuyo hedor se extendía por todas partes».

Una bomba estalla en Londres durante una redada policial y se cobra varias vidas. Muchos creen que es un atentado perpetrado por anarquistas, pero el comandante Thomas Pitt, de la Special Branch, pronto se da cuenta de que encubre un asesinato. La investigación apunta a un miembro del Parlamento que anda detrás de un lucrativo negocio, un policía de alto rango y un aristócrata sediento de venganza. A medida que tira del hilo, Pitt se topa una y otra vez con las barreras que protegen a los ricos y poderosos, que no dudarán en quitárselo de en medio por mantener su estatus. Trigésimo primera entrega de la serie de novelas de intriga de Thomas Pitt, que nos ofrece una mirada implacable sobre la corrupción en la sociedad victoriana a finales del siglo XIX.

lunes, 9 de diciembre de 2024

El niño que se enfadó con la muerte, de Enric Benito

«Noté un desgarro que me partió por dentro; recuerdo que sentí tristeza, pero, sobre todo, viví una oleada de indignación e injusticia. Decidí que no debía hundirme ni dejar que eso quedara así: “No puedo permitirme llorar y pensar: `El abuelo se ha ido al cielo y ya está´. No puede ser, es injusto que la gente muera así, no está bien, hay que cambiarlo, ¡esto NO ACABARÁ ASÍ! ¡Hay que hacer algo!”»

Hubo un día en que Enric Benito –tenía diez años– vio fallecer a su abuelo, después de una enfermedad muy dolorosa. Y se enfadó. Se enfadó con la muerte porque fue inclemente con aquel a quien tanto amaba y que tanto le amaba. Morir bien es de vital importancia y la forma en que nos vamos deja un gran legado a los que se quedan. Acompañar a un ser querido en este «viaje» es una lección absolutamente transformadora. El niño que se enfadó con la muerte es fruto del conocimiento clínico de Enric Benito, un médico que tras una crisis existencial abandonó la oncología para dedicarse a acompañar a enfermos y familiares en sus últimos días. Unas páginas llenas de historias auténticas y profundamente conmovedoras que nos descubren el valor humano y espiritual de la enfermedad y nos enseñan a liberarnos del miedo que suscita lo desconocido para poder vivir con plenitud. Un libro que rezuma optimismo por todos sus poros y nos ayuda a derribar tabúes, humanizar y normalizar el proceso de morir.