«Se había hecho cien
veces esa pregunta, sin hallar respuesta. La respuesta del anciano, sin
embargo, estaba clara: creía nada menos que, a partir del vacío infinitamente
misterioso que se expande más allá del velo de los sentidos, había tomado forma
una Personalidad, fuerte, maligna, corrupta y dispuesta a corromper, y buscaba
hacer presa en el alma de este muchacho, adoptando para ello la apariencia de
una muchacha muerta».
Luces misteriosas. Visiones espectrales. Mesas que se
mueven y escrituras de manos invisibles. Y, sobre todo, la posibilidad de
establecer contacto con esos seres queridos que han cruzado ya los umbrales de
la muerte… El atractivo del espiritismo
es, aparentemente, indudable, y como
teoría cuenta no sólo con explicaciones sino con el añadido de un misterio
que parece mezclar del modo más seductor la realidad humana y la vida de
ultratumba. En Los Espiritistas, Robert Hugh Benson, autor de la conocida novela Señor del mundo y una
de las personalidades católicas inglesas más estimulantes de los siglos XIX y XX, narra la historia de dos jóvenes, Laurie Baxter y Maggie
Deronnais, que llegan a arriesgar
su vida por saber de las verdades y los riesgos, de los alicientes y
peligros que oculta el espiritismo. Es una novela
de búsqueda y tentación, de mirar o no mirar al otro lado, una meditación sobre los caminos menos
transitados de la fe… y también una hermosísima lectura acerca del amor que triunfa sobre las
tribulaciones no por invisibles menos palpables.
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