Para muchos, una de las novelas líricas más seductoras de la literatura
española del siglo XX. El autor
regresa al colegio donde cursó sus primeros estudios, y los recuerdos de su
infancia y adolescencia le vienen a la mente en forma de las sensaciones y
anécdotas: «notas vivaces e inconexas
—como lo es la realidad—», en los que la sensibilidad es la auténtica
protagonista. Recuerdos agrupados en capítulos —mejor poemas—,
cortos, independientes, cerrados, bajo títulos tan sugestivos como «La luna»,
«El colegio» o «Es ya tarde». Literatura de contemplación, podríamos decir, en
la que hasta lo más insignificante es digno objeto del arte. Literatura de
pueblos, de iglesias, de caminos, de paisajes y de instantes eternos. En la
obra aparecen temas tan esenciales como el tiempo, la muerte o la experiencia
vital, pero son las sensaciones de melancolía, ternura y belleza las que nos
invaden al cerrar el libro. Y todo, con un lenguaje
sencillo, familiar y castizo, pero tremendamente estético, que hace que
esta pequeña obra se lea con gusto, de un tirón.
Si te gusta leer, este es tu blog. Leer para aprender. Leer para descansar. Leer para recomendar. Libros para ti, libros para tus hijos, libros para tus padres. Libros para todas las edades. Libros para jóvenes y libros para adultos. Lo mejor de ahora y de siempre. No son recomendaciones de un experto, sino de un aficionado a la lectura que recomienda libros a sus amigos. Espero que te gusten.
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Un gran libro, sobre todo para los que quieren aprender a escribir. No se trata de imitarlo servilmente, sino de aprender el gusto por la palabra, el ritmo, la imagen... Saludos.
ResponderEliminarAzorín es mi maestro, ese libro me marcó. Siempre tengo algún libro de él de cabecera. Hay que tomarlo en pequeñas dosis. Siempre trae cosas buenas.
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