Park So–nyo
se ha perdido en la bulliciosa estación central de Seúl cuando iba a visitar a
sus hijos en la ciudad. Un instante de distracción de su esposo y la gran
aglomeración allí reunida fueron suficientes para que la pareja se separara.
Cuando el marido se baja en la siguiente estación y regresa al lugar donde se separaron, Park So-nyo ha desaparecido. A partir de
ese momento, la búsqueda desesperada por parte de sus hijos se convierte
también en una indagación en los recuerdos familiares: «Antes de que la perdieras de vista en la estación de metro de Seúl, tu
mujer sólo había sido para ti la madre de tus hijos. Hasta que te diste cuenta
de que quizá ya no volverías a verla…». A través de las diferentes voces
del marido —«Me he pasado la vida sin
hablar con tu madre. O perdía la oportunidad, o daba por hecho que ella ya lo
sabía. Ahora siento que podría decirlo todo, pero no hay nadie que me escuche…»—
y de los cuatro hijos, que desvelan egoísmos, omisiones, culpas y temores,
aparece el retrato de una mujer humilde, campesina abnegada, siempre alegre,
siempre disponible, cuya entrega y sacrificios han quedado en segundo plano.
Una novela sincera, sencilla, honesta, transmisora de un mensaje universal que
ensalza la figura de la madre.
Si te gusta leer, este es tu blog. Leer para aprender. Leer para descansar. Leer para recomendar. Libros para ti, libros para tus hijos, libros para tus padres. Libros para todas las edades. Libros para jóvenes y libros para adultos. Lo mejor de ahora y de siempre. No son recomendaciones de un experto, sino de un aficionado a la lectura que recomienda libros a sus amigos. Espero que te gusten.
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Cómo me gusta lo que describes de esta historia, he leído varias críticas y todas hablan bien. Me lo apunto
ResponderEliminarUn saludo
Teresa