«Consiguieron recuperar el cadáver
el día ocho de julio pasadas las tres de la tarde. Estaba casi intacto, no
debió de estar en el agua mucho tiempo (…) Era una mujer. Quedó tendida boca
arriba sobre una lona doblada en el extremo del rompeolas. Alrededor se
congregó un grupo de curiosos que la observaban, entre ellos algunos niños que
no deberían haber estado allí, pero a nadie se le ocurrió echar. Todos habían
presenciado lo mismo y tenían algo en común: jamás olvidarían el aspecto de
aquella mujer».
En palabras de Henning
Mankell, una «novela sencilla y clara, una historia convincente presentada
con una estructura igualmente convincente» con un lenguaje «vivo y lleno de
energía». Sjöwall y Wahlöö se sirven del crimen y la
investigación criminal como un espejo en el que se reflejara la sociedad sueca,
demostrando que las novelas negras pueden constituir el marco de historias de
crítica social. En Roseanna los
investigadores de la Brigada de Homicidios, con Martin Beck a la cabeza, emergen como personas normales. No hay
nada heroico en ellos. En definitiva, una historia que, a pesar de publicarse
por primera vez en 1965, sigue siendo actual: «está —continúa diciendo Mankell—
llena de vida, mantiene la tensión y su desarrollo narrativo está hábilmente
planteado. Sin duda es un clásico moderno». Y, como lamentablemente suele
ocurrir, con algún pasaje escabroso que restringe su lectura a un público
adulto.
Gracias, como siempre, por tus propuestas... Un saludo,
ResponderEliminarJose