miércoles, 12 de enero de 2011

El hombre que quería ser culpable, de Henrik Stangerup

Un hombre cualquiera mata un día a su mujer en un arrebato de pasión. En principio, le acogen con simpatía los psicoterapeutas que las instituciones judiciales le adjudican para «ayudarle». Pero nadie, y ellos aún menos, podrá vencer la presión de una sociedad que niega la responsabilidad individual, que niega a ese hombre la verdad de sus emociones, su integridad, que procura borrar en él toda memoria. Despojado de las bases mismas de su existencia, el hombre va enloqueciendo en su frustrado intento de probar a los que supuestamente le ayudan que sí es culpable, que sí se hace responsable de sus actos. Considerado uno de los más importantes escritores escandinavos, Stangerup ha sido varias veces nominado para el Premio Nobel. Autor agnóstico, en esta obra delata —como vemos en Crimen y castigo y tantas otras obrasla falsedad del postulado defendido por algunas filosofías para las cuales el reconocimiento de la culpa traumatiza al hombre.

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