«Cuando era más joven
y más vulnerable, mi padre me dio un consejo en el que no he dejado de pensar
desde entonces. “Siempre que sientas deseos de criticar a alguien”, dijo,
“recuerda que no a todo el mundo se le han dado tantas facilidades como a ti”».
El gran Gatsby es la historia del fracaso de un sueño. Como dice Ignacio Arellano, en El jardín de los clásicos, «Gatsby, que
pertenece a los de abajo y ha vivido en la pobreza, conoce a Daisy, arquetipo de las hermosas
muchachas de Fitzgerald, poseedora
del esplendor de la riqueza y representante de un mundo prohibido para Gatsby, que se enamora irrevocablemente
de ella. Durante la guerra, mientras Gatsby
(su verdadero nombre es Gatz) lucha heroicamente en Europa, Daisy se casa con Tom Buchanan, uno de sus iguales y olvida al soldado ausente. Años
después Gatsby, que se cree obligado
a ofrecer a su amada la riqueza, hace fortuna por medios algo turbios, y
construye en Long Island una casa frontera a la mansión de los Buchanan, donde
ofrece continuas fiestas con la esperanza de que en alguna de ellas aparezca Daisy. Para estar a la altura se inventa a sí mismo y James Gatz se
transforma en Gatsby, ex alumno de
Oxford, heredero de una familia patricia que no existe, aventurero en todas las
capitales extranjeras, con una historia romántica detrás…». Publicada por
primera vez en 1925, El gran Gatsby está considerada
como La Gran Novela Americana.
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