¿Hasta dónde será capaz de
llegar un
joven escritor para conseguir
el reconocimiento de un autor consagrado? Alumno de un colegio elitista, el narrador ha aprendido
a mimetizarse con sus compañeros y a competir con ellos por un lugar en el que
hacer realidad su vocación literaria. Pero en el camino deberá aprender a
contar la
verdad sobre sí mismo. Las primeras
páginas de Vieja escuela, el ambiente que describe, recuerdan a El guardián entre el centeno. Wolff admite la influencia: "Leí la maravillosa
novela de Salinger de niño y todavía me gusta, incluso la he enseñado
en mis clases. Es probable que sin darme cuenta me haya influido. Pero mi
colegio y el suyo eran muy distintos. El suyo estaba lleno de gente afectada y
cruel; en el mío había otros problemas: de clase, raza y género, pero las
relaciones eran más cordiales, casi idealistas. La influencia fue, creo, en
dirección contraria: su foco era individual, el mío colectivo, y no quería usar
su dialecto juvenil, sino hablar como un escritor adulto"[1].
Si te gusta leer, este es tu blog. Leer para aprender. Leer para descansar. Leer para recomendar. Libros para ti, libros para tus hijos, libros para tus padres. Libros para todas las edades. Libros para jóvenes y libros para adultos. Lo mejor de ahora y de siempre. No son recomendaciones de un experto, sino de un aficionado a la lectura que recomienda libros a sus amigos. Espero que te gusten.
lunes, 16 de mayo de 2022
Vieja escuela, de Tobias Wolff
«…aunque Arch estaba
cojo y de las orejas le salían pelos blancos y tenía un comienzo de barba gris
en la cara, volvía a sentirse como un muchacho; pero uno muy versado que no
pudo evitar pensar en la escena descrita por aquellas antiguas palabras,
seguramente las palabras más hermosas nunca escritas o dichas: Su padre, cuando
le vio acercarse, corrió a su encuentro».
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