lunes, 11 de diciembre de 2023

Me enamoré de un leproso, de Ramón Alfredo Mirada Muñoz (Padre Pachús)

«Durante ese último curso en el internado no solo me metí en drogas, sino que participé en actos violentos. Y lo que es peor, agredí a un sacerdote (…). Ocurrió un día que estaba bajando con unos compañeros por unas escaleras muy estrechas. Nos cruzamos con un sacerdote y le empujé. Y no solo eso; entre varios le pegamos patadas y nos reímos de él. (…) Estando con otro sacerdote, cogimos un crucifijo, lo lanzamos al suelo, se partió en dos y nos pusimos a orinar encima. (…) Recuerdo que él lloró, besó el crucifijo y lo abrazó.».

¿Quién es capaz de amar las llagas de un leproso? ¿Verdaderamente puede Jesús cargar con nuestros pecados, con nuestra «lepra»? ¿Se puede salir de las drogas y de la violencia por medio de la fe? El Padre Ramón Alfredo Mirada Muñoz, más conocido como Pachús, cuenta como, estando metido en las drogas, se hundió hasta tocar fondo. Ahí fue donde descubrió que no estaba solo: Jesús no había dejado nunca de quererle y había salido en su busca, cuando él ya no encontraba ningún sentido a su vida.


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