sábado, 1 de junio de 2013

El viejo y el mar, de Ernest Hemingway

«Me estás matando, pez, pensó el viejo. Pero tienes derecho. Hermano, jamás en mi vida he visto cosa más grande, ni más hermosa, ni más tranquila ni más noble que tú. Vamos, ven a matarme. No me importa quien mate a quién».

Ernest Hemingway publicó El viejo y el mar en 1952, primero en la revista Life y después como libro. Con él ganó en 1953 el Premio Pulitzeral año siguiente el Nobel de literatura (1954). Tuvo un éxito inmediato y sigue siendo una de las obras más conocidas y apreciadas del novelista. Es la historia de un viejo pescador solo y solitario que atraviesa una mala racha. Sin embargo, no pierde la esperanza. Con mucho esfuerzo consigue atrapar un gran pez, pero antes de llegar a la playa con su gigantesca presa habrá de sostener una titánica lucha con el pez y el océano que le llevará a descubrir una extraña amistad, casi fraternidad, con el animal que combate. A pesar de las dificultades, el viejo conseguirá regresar victorioso, pues el triunfo consiste sobre todo en no dejarse vencer y él ha luchado hasta el final. Sabe que «el hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido pero no derrotado». Este es el sentido de El viejo y el mar. Ha sido llevada al cine en varias ocasiones: En 1958, con Spencer Tracy como protagonista nominado al Oscar como mejor actor; en 1990, ocasión en que el protagonista es Anthony Quinn; y en 1999, como corto de Animación dirigido por Alexandr Petrov.








Leer más




No hay comentarios:

Publicar un comentario