—¡Madre!
No tuvo respuesta. Ni
esperaba tenerla. Su madre llevaba cuatro días muerta, y Nora notaba que el
último resto de su espíritu se alejaba ya.
—¡Madre!
Lo volvió a decir, en
voz baja, a aquello que se iba. Le pareció sentir su despedida como se siente
un pequeño soplo de brisa en la noche.
Ya estaba sola del
todo. Sintió la soledad, la incertidumbre y una gran tristeza.
Nora, una huérfana con una pierna torcida, vive en un mundo donde los “débiles” son dejados de lado. Desde el momento en que muere su madre, teme por
su futuro hasta que es perdonada por el poderoso Consejo de Guardianes. La razón es que Nora tiene un don: sus dedos poseen la habilidad de bordar de
manera extraordinaria. Supera con creces a la habilidad que mostraba su madre,
por lo que se le encomienda una tarea que ningún otro miembro de la comunidad
puede desarrollar. Mientras su talento la mantiene viva y le supone ciertos
privilegios, se da cuenta de que está rodeada
de misterios y secretos. Nadie debe
saber de su intención de descubrir la verdad sobre su mundo, además de
averiguar qué existe más allá de sus límites. La libertad, la dignidad,
el afán de poder, el trabajo, la vida y la muerte son
algunos de los temas de esta magnífica
novela de Lois Lowry, segunda
entrega de la serie que comenzó con The Giver. El Dador de recuerdos, de la que ya existe la versión cinematográfica. Sin
duda, cautivará al joven lector,
además de hacerle reflexionar sobre el
mundo en que vivimos.
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