Mañana de la cruz[1]
Dios está azul. La flauta y el tambor
anuncian ya la cruz de primavera.
¡Vivan las rosas, las rosas del amor,
entre el verdor con sol de la pradera!
anuncian ya la cruz de primavera.
¡Vivan las rosas, las rosas del amor,
entre el verdor con sol de la pradera!
Vámonos al campo por romero,
vámonos, vámonos
por romero y por amor…
vámonos, vámonos
por romero y por amor…
Le pregunté: «¿Me dejas que te quiera?»
Me respondió, radiante de pasión:
«Cuando florezca la cruz de primavera,
yo te querré con todo el corazón.»
Me respondió, radiante de pasión:
«Cuando florezca la cruz de primavera,
yo te querré con todo el corazón.»
Vámonos al campo por romero,
vámonos, vámonos
por romero y por amor…
vámonos, vámonos
por romero y por amor…
«Ya floreció la cruz de primavera.
¡Amor, la cruz, amor, ya floreció!»
Me respondió: «¿Tú quieres que te quiera?»
¡Y la mañana de luz me traspasó!
¡Amor, la cruz, amor, ya floreció!»
Me respondió: «¿Tú quieres que te quiera?»
¡Y la mañana de luz me traspasó!
Vámonos al campo por romero,
vámonos, vámonos
por romero y por amor…
vámonos, vámonos
por romero y por amor…
Alegran flauta y tambor nuestra bandera.
La mariposa está aquí con la ilusión…
¡Mi novia es la virjen de la era
y va a quererme con todo el corazón!
La mariposa está aquí con la ilusión…
¡Mi novia es la virjen de la era
y va a quererme con todo el corazón!
[1] Tomado de Baladas de primavera, 1907, en https://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/jrj/antologia/antologia06.htm
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