«Ahora
puedo afirmarlo con conocimiento de causa: todo ha vuelto a empezar. Debemos
darnos prisa, porque llevamos retraso. Este hombre, si es que es un hombre,
parece verdaderamente decidido, tanto que sus manos están ya manchadas de
sangre. Y una vez que ha comenzado, no se detendrá. Los cadáveres caerán como
fruta madura y en orden alfabético. ¿Comprende la urgencia? El asesino es par».
Lola Mac Hor acaba de ser
nombrada jueza del Tribunal Supremo de España. Está casada con Jaime,
científico del CSIC, y tiene cuatro hijos. Siempre ha sido feliz con su marido,
pero éste lleva un tiempo muy raro, y ella le ha forzado a irse a vivir a un
hotel. Él, agobiado por problemas de trabajo, se marcha a Estados Unidos. El mismo
día de su partida, es el nombramiento de Lola, al que él no asiste. Además,
Rodrigo, una de las múltiples personalidades del psicópata Dr. Wilson, asesino
confeso, ha vuelto a la carga —o eso parece— aunque sigue encerrado en una
cárcel de alta seguridad para enfermos mentales. Y requiere la presencia de la
jueza. Inmediata. Porque de nuevo está matando, y sólo ella puede detenerle.
Amor, intriga y sentido del humor, ingredientes para una buena novela
psicológica, del estilo de Sé
lo que estás pensando o El
psicoanalista.
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